Sir Robinson. El mayor experto de educación del mundo.
Sir Ken Robinson. Fuente: Google Imágenes |
En publicaciones anteriores, hemos vistos diferentes formas
que en la que podemos abordar y superar las deficiencias actuales que existen
en educación, en cuanto a la forma de poder adaptar el sistema educativo al
mundo del siglo XXI.
Titulares como, «La escuela es aburrida». «El mundo entero
se está transformando, pero el sistema educativo no ha cambiado desde el siglo
XIX». «El modelo del profesor que suelta la lección a sus alumnos y luego los
examina bajo un patrón estándar ha caducado», ha llevado a expertos de medio
mundo a pensar en cómo adaptar las aulas al siglo XXI.
Para ello en la entrada de hoy, expondremos las siete mentiras de la escuela tradicional, así lo expuso Sir Robinson, en una conferencia de 18 minutos en 2006, afirmando que las escuelas matan la creatividad:
- Primera mentira: Si te esfuerzas en el cole, de mayor tendrás un buen trabajo. Todos los países del mundo están llevando a cabo profundas reformas de la educación. Algo no funciona, pero nadie sabe muy bien qué es. Para Robinson, el problema es que el viejo lema, «si te esfuerzas, podrás acceder a la universidad y tendrás una carrera y un buen trabajo asegurado» ha muerto. Ya no se lo creen ni los profesores ni los propios niños. Educamos a los niños con ideas del pasado para un mundo cambiante que desconocemos.
- Segunda mentira: Todos los que suspenden son tontos. Las líneas maestras del sistema educativo fueron concebidas en plena Ilustración y están al servicio de una caduca revolución industrial. Por eso se siguen priorizando materias como las matemáticas o las ciencias. Según Robinson, se sigue dividiendo a los alumnos en académicos (o listos) y no académicos (o tontos). Eso ha «provocado el caos», mucha gente se queda fuera del sistema porque no es brillante, según la vara de medir de la Ilustración. «La pérdida de talento no es deliberada, pero es sistemática», sentencia Robinson.
- Tercera mentira: Se debe clasificar a los niños por edades. Ni las escuelas son fábricas ni los alumnos son productos. Por eso censura que los niños sean clasificados por `fecha de fabricación´, es decir, por edades. «Si estamos interesados en cambiar el modelo educativo, no deberíamos perpetuar una estandarización propia de la era industrial. La educación tiene que ver con desarrollar seres humanos, y el desarrollo humano no es lineal».
- Cuarta mentira: El cole desarrolla la inteligencia de forma integral. El pensamiento divergente es la capacidad que tiene el ser humano de encontrar muchas respuestas posibles a una única pregunta. Según un estudio, el 98 por ciento de los niños tienen esa habilidad cuando entran en la guardería. Sin embargo, años después (tras pasar por el sistema educativo), el pensamiento divergente mengua dramáticamente. «Los niños crecen en un sistema que solo les permite manejar una respuesta posible».
- Quinta mentira: Hay una epidemia de falta de atención. Se estima que entre el cinco y el diez por ciento de los niños en edad escolar sufren déficit de atención. Para Robinson, ese diagnóstico es tan «equivocado como ficticio». Y denuncia que «se trata de una moda médica. Los niños afectados están siendo medicados de forma rutinaria». Él echa la culpa de la falta de concentración a la sobreestimulación provocada por un consumo excesivo de televisión, Internet, publicidad o videojuegos. El sistema educativo de toda la vida no logra interesar a alumnos que han crecido en un mundo diferente.
- Sexta mentira:La solución es exigir menos a los alumnos. El objetivo de la escuela debería ser identificar las aptitudes naturales y potenciarlas. «No pido que se exija menos a los alumnos, sino más al colegio», explica. Para ilustrarlo, Robinson siempre escoge el ejemplo de genios como Paul McCartney, George Harrison o Elvis Presley, a quienes la escuela les colgó el cartel de `zoquetes´. Nadie supo detectar su don para la música ni fomentarlo.
- Séptima mentira:La inteligencia se mide con un test. Los test de inteligencia, según Robinson, son un invento supremacista. Para él, el talento es algo tan personal e intransferible como una huella dactilar. La clave es de qué manera eres inteligente; no si lo eres.
- Y una conclusión:¡descubre tu elemento!. La ecuación, tal y como afirma Robinson, es simple: «talento más pasión igual a éxito». El intríngulis es descubrir cuál es. En ese proceso, los padres juegan un papel clave. Ellos deben reconocer aquellas habilidades naturales de los niños y potenciarlas para que florezcan.
A continuación, se expone la Charla de Sir Ken Robinson, donde plantea un cambio radical en la Educación, pasando de
escuelas estandarizadas al aprendizaje personalizado, creando las condiciones
para que pueda florecer el talento natural de los niños.
Esta charla se presentó en una conferencia oficial de
TED.com
¿Qué pensamos?
En cuanto a las siete mentiras de la escuela tradicional,
pensamos que al igual que Sir Robinson, esta forma de enseñar sufre un gran desfase
en cuanto a la sociedad actual. Por ejemplo, en la educación tradicional los métodos
eran imitativos, deductivos y lógicos, mientras que en la educación moderna los
métodos utilizados son psicológicos, inductivos, creativos y activos.
Estos nuevos modelos de enseñanza son favorables en muchos
aspectos, tanto para el alumno, como para los docentes. Éstos benefician,
la relación profesor-alumno, alumno-profesor, con un vínculo más dinámico y
transversal. Además en la concepción moderna,
el docente actúa como guía y facilitador del conocimiento.
Por último, consideramos que la enseñanza ha de tener una
evolución respecto a las escuelas y los métodos del proceso de
enseñanza-aprendizaje, y adaptarse a los avances de la sociedad, para que no se
produzca un desfase en cuanto a la sociedad y la forma en la que se enseña y aprende.
Me parece un artículo muy interesante y del cuál podríamos aprender mucho.
ResponderEliminarMuchas felicidades a este grupo de alumnos por este gran trabajo, Enhorabuena! !
Muchas Gracias por leernos, esperamos que nuestra información te haya servido de ayuda.
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